La causa del autosabotaje es inconsciente y normalmente se disfraza de diferentes formas. Si últimamente y de forma repetida las cosas no te salen como quieres o te estás encontrando con multitud de obstáculos que frenan tu éxito, quizá no sea efecto de la mala suerte sino consecuencia de tus propias creencias internas.
¿Y si fueses tú el que te estás poniendo la zancadilla consecuencia del miedo a no estar a la altura de las circunstancias o no sintiéndote merecedor de tus logros?
Esta forma de actuar es un hábito que tenemos muy anclado en nosotros mismos debido a una baja autoestima. Así podemos iniciar nuestras conversaciones con frases como :“No soy lo suficientemente ágil para…”, “No me gusta mi cuerpo”, “Eso es para otros, no para mí”, “Si me hago rica tengo miedo de perder a…”
Dejemos de auto sabotearnos y de estar en conflicto con nosotros mismos, valorándonos y creyéndonos capaces de hacer todo lo que nos propongamos, marcándonos pequeñas metas alcanzables en las que trabajemos día a día, sin olvidarnos de premiarnos cada vez que logremos algo. Paso a paso, día tras día, valora los pequeños avances que vayas realizando.
¡ATRÉVETE A ACEPTARTE TAL Y COMO ERES!
¿A QUÉ ESPERAS?
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